lunes, 4 de noviembre de 2013

Mejillones para mimarme

Vale, son un poco distintos a un ramo de flores pero también tienen su encanto, sobre todo si están bien preparados: también tienen olor agradable, buen aspecto y, además, están riquísimos. Por lo menos los que preparó mi costalero el otro día, que no desmerecen en nada a los que solemos comer en nuestras vacaciones por Francia, donde es un plato habitual. Una lesión en el hombro derecho no me deja jugar a cocinillas (entre otras cosas) con la soltura que suelo hacerlo, así que el pasado domingo el muchacho se puso el mandil y me obsequió con un menú de lo más casero y estupendo. Los mejillones en salsa picante fueron el plato estrella. Aquí la muestra:



Si queréis saber cómo los hizo, atentos a la receta.

MEJILLONES EN SALSA PICANTE

Limpiar bien las valvas de los mejillones y ponerlos a cocer en agua con sal hasta que se abran. Retirarlos, reservar y guardar el caldo.

Rallar una cebolla pequeña y rehogar en una sartén, con poquito aceite, junto con una punta de guindilla y una cucharadita de harina, hasta conseguir un roux espeso y ligeramente tostado. Retirar del fuego y agregar pimentón dulce (o picante, en cuyo caso no se pone la guindilla), removiendo para que se una bien.

Por otra parte se machaca ajo y perejil, se le añade caldo de la cocción de los mejillones y, una vez mezclado, se vierte en la preparación de la sartén. Volver a llevar al fuego y dejar hervir, moviendo de vez en cuando. En el último hervor, se echan los mejillones, se da una vuelta a todo junto y se retira para llevarlos calientes a la mesa.


Una vez en la mesa… pues a chuparse los dedos, como es menester. Probadlos, merece la pena. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Morning Sun (Edward Hopper, 1952)

Morning Sun (Edward Hopper, 1952)